domingo, 14 de octubre de 2007

Obseso Repetitivo

Me gasto en la urdimbre sinuosa
de tu cintura.
En lo solitario de esa cintura que no está me gasto.
Viene el telar de hilar estrellas remotas,
de hilar reflejos lunares, de urdir
tu tersa piel de nuevo, de someter-
me a cavar y cavar el foso con las uñas y
arrojarme, patéticamente arrojarme
a ver las estrellas;
y me gasto.
¿Serán las edades venideras seguir
bebiendo de tu calostro y navegar
por esta vía láctea
abrazado a tu cintura?
Froto piedra contra piedra y me gasto.
Cae la tormenta y me gasto.
En cada esquina no estás y me gasto.
Tomo el pisco de rigor y me gasto.
Espero a Nadie que no viene y me gasto.
En lo solitario
de esa cintura que no está me gasto.

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