lunes, 28 de noviembre de 2011

El Don de la Presencia

No sé qué sostengo en esta frente
o mejor qué la sostiene,
si eres tú, o no eres tú,
si es algo intangible o quizá nada.
“Cóncavo de cosmos” siempre digo,
pero tu figura me desborda,
es que en este lente blando eres todo aquello
y tu nombre son todos los nombres
y tu olor todos los olores
y tu tacto
todos los tactos existentes, umbilical
del origen tu figura 
acarrea sus restos de nada.

O es quizás que todo esto
es árbol y ciclo,
ciclo turbio:
vamos desnaciendo
convulsos como el aire,
sabemos que todo es lo mismo,
que ahí esta el Fin,
que este tiempo es un engaño,
que el don de la presencia nos sostiene a ambos,
que no sé si soy yo u otro
o estoy partido,
o no me veo,
o no me quiero ver,
y ahí estas tú 
como un espejo perfecto,
como este lago inmenso
al que no le alcanza
para ser tú, para traerme de vuelta
para sentirme despierto
y volver al origen
de todo esto:
dormir en tus brazos.








jueves, 16 de abril de 2009

Encuentro Intimo


             Todo está en este esquema del amor:
             la imantación sugestiva de los espejos divergentes,
             que se apreten las vísceras
             intentando lograr escenas de filme romántico,
             nadar en la proxemia
             con el único fin de escapar a otra historia,


             también perderse loco
             en la concavidad de nuestros cuerpos,


                  lamentablemente también la lana
                  que nos arrancamos y luego vestimos.




.

viernes, 16 de mayo de 2008

 


Fotografía Imposible

      Constato mi espinazo
      como otra piedra, mis manos
      aquí talladas del aire
      tanteándote
      en este caos silente,
      en el silencio que ensordece:
      andrógino del cosmos
      comienzo por tu boca
      buscando muerte
                                                       o vida
                                             o algo
      que no alcanzo a dibujar.




Un poco a tu lado...




Un poco a tu lado

Comprendo mis dedos como dos tumbas
como dos precipicios, me acepto
como este ser oscuro y profundo, como otra noche
cóncava y perpetua, amoldada entre tus costillas..

Quizá muera todo lo que toque,
consuma como el tiempo, desangre
como un cuerpo que quizá tuvo vida.
A todo el cosmos
A toda la magia
A todo lo que parezca vivo

quizá viva de esa chispa
que amanece todas mis ausencias /

todo lo muda que es mi sombra
agolpada en esta noche,
consume el mundo, devora,
crece con su hambre, va agotando estrellas,
va dejando vestigios
como la piel,
como esta piel que muestro /

otro hoyo negro,
otra muerte, otro grito
que encuentra luz en tus ojos.

Sin dudarlo corto el hilo
del que penden estas piedras,
del que mañana quizá
me cuelgue desde mi frente,
como un pilar de eternidad
invisible sobre el abismo
donde seré tus manos, tu cuello,
donde serás,
cuando este lenguaje mengue,
y todos los lenguajes,
y las pieles...










Otro Año


La casa cruje estaciones de sombra:
sombra viva,
sombra noche
de otro círculo que viene con su sombra delante,
repetición de velorio
con clichés ‘pa la risa, con encanto
turbio y hediondo como agua de pozo.

Todo se acelera, nada cambia
en este caos de nada/
la nada lo contiene todo
con sus bocas de tiempo,
devora y devora,
sentencia este día a contrastarse/

otro grito anti-inercia
en los botones de esta piel ficticia,
otro muerto de engranaje
de los mecanismos contemporáneos/

sueños y sueños, sueños
de un personaje inventado
de un muerto viviente circular
malgastado y herido, sombrío
con sombra de muerte en los tobillos, con lunas de muerte en los tobillos
y tiempo delante
y una casa vacía...

martes, 15 de abril de 2008

Perdurar

Quizá me encarne en tu intercostal.
Quizá entre sueños emerjan palabras,
huérfanas locomotoras,
para incendiarlas de un sentido nuevo,
para hacerlas completamente tuyas,
para
por ejemplo llenarlas de ti,

creer que cuando duelo separado
te materializo en un instante
y descanso entu pecho...